Un Sacerdote revela el Destino de Judíos Ucranianos durante la Shoá

Posteado el Vie, 25/04/2014 - 13:21
Autor
ELAINE SCIOLINO
Fuente
New York Times

 

Sus testigos eran en su mayoría niños y adolescentes en aquel momento, los testigos aterrorizados de una masacre masiva. Algunos se vieron obligados a trabajar en los más bajos niveles de la estructura asesina del nazismo - como excavadores de fosas comunes, cocineros que alimentaban a los soldados nazis y costureras que remendadas ropas arrancadas a los judíos antes de la ejecución.

Ellos viven hoy en la pobreza rural, muchos con calor, sin agua corriente, llegando al final de sus vidas. Así que Patrick Desbois ha investigado buscando en silencio, vagando por las carreteras secundarias y los campos olvidados de Ucrania, escuchando sus historias y buscando las fosas comunes ocultas. Él sabe que son una fuente inigualable de documentación del asesinato de los 1.500.000 de judíos de Ucrania, muertos a tiros y enterrados en todo el país. No es ni un historiador ni un arqueólogo, sino un sacerdote católico francés. Y sus herramientas más poderosas son su estilo - y su cuello clerical.

Los nazis mataron a casi 1.500.000 de judíos en Ucrania después de su invasión a la Unión Soviética, en junio de 1941. Sin embargo, con pocas excepciones, en particular la masacre en 1941 de cerca de 34.000 judíos en el barranco de Babi Yar en Kiev, en todo lo que ha pasado hay una historia de la que no se ha hablado.

Llamando a las puertas, sin previo aviso, el Padre Desbois, de 52 años trata de desbloquear los recuerdos de los aldeanos ucranianos, en la forma en que pudiera escuchar las confesiones de la gente en una iglesia. "Al principio, a veces, la gente no cree que soy un sacerdote", dijo el Padre Desbois. "Tengo que usar palabras sencillas y escuchar esos horrores - sin ningún tipo de juicio. No puedo reaccionar ante los horrores que narran. Si reacciono, las historias se detendrán”. Durante cuatro años, el Padre Desbois ha filmado más de 700 entrevistas con testigos y transeúntes y ha identificado más de 600 fosas comunes de los judíos, la mayoría de ellos hasta ahora desconocidas. También ha reunido evidencia material de la ejecución de los judíos entre 1941-1944, en un libro que ha llamado "El Holocausto de balas".

A menudo, sus fieles lo invitan al Padre Desbois a quedarse para comer y rezar, como si de alguna manera los bendijera por sus recuerdos... Él no juzga a los que fueron asignados para llevar a cabo las tareas de los nazis, y los estudiosos del Holocausto dicen que esa es una razón por la que es tan eficaz. "Si un judío llegara a tomar testimonio, ¿qué pensaría la gente? - que se trata de alguien que viene a acusar",dijo Paul Shapiro, director del Centro de Estudios Avanzados del Holocausto en el Museo Memorial del Holocausto de Estados Unidos en Washington? ". Cuando viene un cura, la gente se abre. Le brinda a la gente una especie de legitimidad, la sensación de que está bien hablar sobre el pasado. Hay absolución través de la confesión”.

Al contrario de Polonia y Alemania, donde el Holocausto sigue siendo visible a través de los símbolos presentes de los campos de exterminio, el horror en Ucrania estaba escondido, primero por los nazis, y luego por los soviéticos. "No había nada que ver en Ucrania porque las personas fueron asesinados a tiros con armas de fuego", dijo Thomas Eymond-Laritaz, presidente de la Fundación Victor Pinchuk, la mayor organización filantrópica de Ucrania. "Por eso el Padre Desbois es tan importante.". .

Estan guardadas las imágenes tomadas de las 15 fosas comunes de miles de judíos en un municipio llamado Busk que el Padre Desbois y su equipo descubrieron y comenzaron a excavar después de entrevistar a varios testigos. Entre los centenares de otros artículos en exhibición en las exposiciones presentadas en diversas ciudades, hay una foto en blanco y negro de 1942 que muestra a un oficial de policía alemán disparando a mujeres judías desnudas que yacen en un barranco en la región de Rivne.

Viajando con un equipo que incluye a dos intérpretes, un fotógrafo, un camarógrafo, un especialista en balística, un experto en cartografía y alguien que tomaba apuntes, el Padre Desbois registra todas las historias en video, a veces sosteniendo el mismo el micrófono, y haciendo preguntas en un lenguaje sencillo y en un tono plano, sin matices..

En Buchach en 2005, Regina Skora le dijo al Padre Desbois que cuando era niña fue testigo de las ejecuciones. "¿La gente sabía iban a ser asesinados?" le preguntó el Padre Desbois. "Sí". "¿Cómo reaccionaron?"

"Ellos solo caminaban, eso es todo. Si alguien no podía caminar, le decían que se acostara en el suelo y le dispararan en la nuca... "

Vera Filonok dijo que tenía 16 años cuando vio desde la puerta de su cabaña del barro de Konstantinovka en 1941 cuando miles de judíos fueron fusilados, arrojados a un pozo e incendiados. Los que todavía estaban vivos se retorcían "como moscas y gusanos", dijo.

Hay historias de cómo los nazis golpeaban en tambores vacíos para no tener que escuchar los gritos de sus víctimas, sobre cómo las mujeres judías fueron esclavizadas sexualmente por los nazis y luego asesinadas. Un testigo contó que tenía 6 años en ese tiempo y que vio, escondido, como su mejor amigo fue asesinado a balazos. Otros testigos describieron cómo los nazis solo usaban una bala en la espalda por víctima y que los judíos a veces fueron enterrados vivos. "Un testigo contó como una fosa se sacudió durante tres días, cómo si respirara," recordó el Padre Desbois.

El Padre Desbois se obsesionó con la historia de los nazis en Ucrania cuando era un niño que crecía en la granja familiar de la región de Bresse, al este de Francia. Su abuelo paterno, que fue deportado a un campo de prisioneros para los soldados franceses en Rava-Ruska, en el lado ucraniano de la frontera con Polonia, no le dijo nada a la familia acerca de la experiencia. Pero él le confesó a su nieto, ante su implacable curiosidad, "Si para nosotros fue malo, para los otros" era peor."

Había otros vínculos familiares con la ocupación alemana de Francia. Un primo materno que llevaba cartas para los resistentes franceses murió en un campo de concentración nazi. La madre del Padre Desbois le dijo recientemente que la familia ocultaba decenas de opositores en la granja familiar.

Después de enseñar matemáticas como un empleado del gobierno francés en el África occidental y trabajar en Calcuta durante tres meses con la madre Teresa, se unió al sacerdocio. Su familia secular se horrorizó. Comenzó como párroco, estudiando el judaísmo y el aprendizaje del hebreo durante su paso por Israel. Él pidió trabajar con los gitanos, los ex- presos o judíos, y fue designado como un puente hacia la comunidad judía de Francia.

Fue en una gira con un grupo en el año 2002 que, visitando Rava-Ruska, le preguntó al alcalde, donde fueron enterrados los judíos. El alcalde dijo que no sabía. "Yo sabía que 10.000 judios habían muerto allí, así que era imposible que él lo ignorara" recordó el Padre Desbois. Al año siguiente, un nuevo alcalde llevó el sacerdote a un bosque, donde cerca de 100 aldeanos se habían reunido en un semicírculo, a la espera de contar sus historias y para ayudar a descubrir las tumbas enterradas bajo sus pies.

Se reunió con otros alcaldes y párrocos que ayudaron a encontrar más testigos.

En 2004, el Padre Desbois creó Yahad-In Unum, una organización dedicada a la comprensión cristiana judía desde una pequeña oficina en un barrio de clase trabajadora al noreste de París, con el respaldo y en gran parte financiado por una fundación del Holocausto en Francia y la Iglesia Católica. Para verificar el testimonio de los testigos, el Padre Desbois se basa principalmente en un gran archivo de documentos de la era soviética que se hallan en el Museo del Holocausto en Washington, así como los archivos de prueba alemanes.

"La gente habla como si estas cosas sucedieron ayer, como si no existieran tantos años", dijo el Padre Desbois. "Algunos se preguntan," ¿Por qué vienes tan tarde? Hemos estado esperando por ustedes"

 

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