Hoy serían las elecciones en AMIA y no podemos dejar de reflexionar acerca del sentido de la vida y el bienestar.
Con profundo pesar, confesamos que nos hubiera gustado que termine el proceso electoral para ya trabajar (sea cual fuere el resultado) por la UNIDAD COMUNITARIA, con todos los sectores adentro, sin vulnerar los derechos de ninguno.
Sentimos que podemos lograrlo.
La pandemia debe resignificar muchos conceptos cuando retomemos varias de nuestras rutinas. Nos da la chance de volver a generar consensos, pero sobre todo de ratificar que todos los judíos somos hermanos sobre esta Tierra y que nos une mucho más que lo aquello que nos separa.
Pero más allá de estas cuestiones, se vive una coyuntura que deja de lado esas sensaciones y las reemplaza por el simple hecho de que tenemos que priorizar el bienestar de nuestra gente, por sobre todas las demás cosas.
El viernes cerca del mediodía, hicimos una Videoconferencia con más de 50 integrantes de UNA AMIA y coincidimos del valor del encuentro, de no dejar de lado a los mayores y celebramos las iniciativas de muchas instituciones que se esfuerzan por trabajar por el otro, es una Mitzvá, un genuino interés por apoyar, sostener y proteger a los que la pasan mal.
Lo primero y principal es seguir concentrados en que no haya ninguna persona que sufra el olvido, abandono o desinterés por los suyos.
Ojalá que la cena de Pesaj nos una y se sume a un gran abrazo virtual comunitario.
Esta vez, levantemos nuestras copas reflexionando sobre la libertad, pero considerando que debemos ocuparnos de los que hermanos que no están bien en estos duros momentos.
UNA AMIA