Izquierda y nacionalismo filonazi

Posteado el Dom, 24/05/2009 - 12:04
Autor
Rabino Daniel Goldman
Fuente
Publicado por Daniel Berliner en Facebook

 

Con la reaparición, hace meses, del diseño mural de la cruz gamada, acompañando en esta oportunidad el uso del garrote (representación de lo más primitivo), una cierta izquierda vetusta que no junta más de una veintena de personas quiere disputar algo más que un altercado ideológico.
Pareciera que el antisemitismo disfrazado de antisionismo resulta más redituable que los auténticos reclamos que este conjunto parece olvidar.
 

Sin exagerar lo ocurrido el domingo 17, cosa que algunos medios hicieron, lo acontecido no es menor y no debe pasar inadvertido. Es en el ejercicio de la violencia que esta legión falsamente revolucionaria y anacrónicamente absorta en sí misma hace su presentación en sociedad de una manera grotesca. El peligro radica en la penetración dentro de estos pequeños grupos de la peor ecuación de la derecha formulada bajo los términos de capitalismo-dinero-poder- apropiación, cementada y amalgamada con lo “judío”.
Vale la pena recordar que el universo ideológico de la izquierda argentina era, hasta hace algunos años, lo indispensablemente impermeable a los mensajes revisionistas de la Shoá y a la lógica de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Tampoco compraba el discurso de los grupos religiosos radicales terroristas. Esto era, en gran medida, resultado de la fuerte presencia de judíos en las filas de todos los movimientos de izquierda así como de la sofisticación intelectual de este campo político.

Pero desde un tiempo a esta parte, en virtud de las transformaciones en la escena política internacional y de la pérdida de algunos referentes ideológicos claros, este conjunto minoritario y extremo del arco de la izquierda ha habilitado esta clase de arengas propias del nacionalismo filonazi.
El temor es a la combinación entre la legitimación ideológica y el éxito mediático de ese mensaje antijudío, ya que puede propiciar la radicalización de este discurso y cierta expansión dentro del sector de la izquierda que en los últimos tiempos viene manifestando una adhesión acrítica a las banderas de Hezbollah y Hamas. Es algo potencial y el riesgo real radica allí y no en la existencia actual de un “antisemitismo galopante”.
 

Ahora bien, en este sentido, amerita que mis colegas militantes del campo de los derechos humanos, intelectuales y organizaciones sociales presten atención y distingan entre la necesaria y comprometida polémica coyuntural sobre el Medio Oriente y cómo ella puede deslizarse de manera fácil e imperceptible hacia el antisemitismo, para no caer en el cinismo ético que hiere el orden del ser como base de la existencia humana.

 

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