La visita perdida de Benedicto XVI

Posteado el Dom, 17/05/2009 - 15:18
Autor
Guy Senbel
Fuente
GuySen News. Vendredi 15 mai 2009

 
Esta semana, desearíamos dialogar con nuestros lectores sobre la visita del Papa Benedicto XVI a Jordania, Israel y los territorios de la Autoridad palestina, del 8 al 15 de mayo. Durante una semana, Benedicto XVI llevó a cabo un peregrinaje muy político, y fue muy criticado por los Israelíes, decepcionados por sus declaraciones, a menudo torpes, en Yad Vashem o en Aida, y contrariados por las posiciones adoptadas en favor de los palestinos.

Esta visita tenía varios objetivos: reforzar las relaciones diplomáticas con Israel, apoyar el proceso de paz israelopalestino, afirmar la solidaridad del Vaticano con las comunidades cristianas de Israel, presentadas como las víctimas entre las víctimas. Un programa denso, difícil y delicado, que requería una preparación meticulosa, tanto en la elección de los desplazamientos como en la composición de los discursos y declaraciones.
Los Israelíes esperaban mucho de este viaje, demasiado seguramente. Ex miembro de las Juventudes hitlerianas, inspirador del pleito de beatificación de Pio XII, responsable de la reciente suspensión de la excomunión del obispo negacionista Richard Williamson, Benedicto XVI no pretendía tranquilizar a los inquietos. Un viaje aventurado, o un fracaso, durante el cual "el peregrino de la paz" cometió errores de orden diplomático, político e histórico.
Su discurso en favor de la creación de un "Estado palestino soberano" no refuerza las relaciones diplomáticas con Israel. En efecto, Benedicto XVI aboga la causa palestina como si los Israelíes estuvieran en contra de la creación de un estado palestino. Habla de violencia sin mencionar el terrorismo, denuncia el muro de separación, el "muro trágico" que linda el pueblo palestino de Aida, sin recordar las razones de su construcción… La paz que desea expresa primero su solidaridad declarada con los Palestinos. Israel sería un país donde las fronteras son barreras.
Benedicto XVI desea que el Cristianismo siga desempeñando un papel "en el Oriente Próximo donde nació". Los cristianos huyen cada vez más de los territorios palestinos, víctimas de la violencia. La Iglesia deplora las difíciles condiciones de los cristianos que representan un 2% de la población israelí. Pero olvida indicar que el futuro de los cristianos está más del lado de Israel que de los árabes. La islamización de la sociedad árabe es un factor determinante en la elección de las familias cristianas a instalarse en Israel donde viven un "cristianismo sin temor" según la expresión de Catherine Dupeyron. Además la defensa "política" de los cristianos recuerda que las discusiones del Vaticano con Israel llevan siempre, desde el reconocimiento de Israel por el Vaticano en 1993, a la cuestión de la soberanía del Vaticano sobre los lugares históricos del cristianismo que son, por ejemplo, la basílica de la Anunciación en Nazareth o el Monte Tabor. Esta vez, Benedicto XVI quería también, hacer reconocer la exención fiscal que la Iglesia obtuvo en "Tierra Santa", durante la época de los imperios Otomano y Británico…
Es durante su visita al cementerio simbólico (Yad Vashem) de las víctimas de la Shoá que Benedicto XVI se mostró más decepcionante. El papa alemán que llevaba la camisa marrón y la insignia nazi, el que cantó en su juventud a la gloria del mayor criminal de la historia, "recrutado" en las Juventudes hitlerianas, a pesar del mentís del Vaticano, habría podido arrepentirse, como alemán. Heredero de los silencios de Pio XII durante la Shoá, heredero también del "Perdón" expresado por Juan Pablo II, Benedicto XVI habría podido arrepentirse, como cristiano. Tres años después de su discurso en Auschwitz, en el que había pronunciado una asombrosa interpretación de la exterminación de los judíos, que eximía a la sociedad alemana de toda responsabilidad, Benedicto XVI sólo ha criticado el revisionismo, sin pasión.
El viaje de Juan Pablo II, que visitó Israel en 2000, treinta y seis años después de la visita de Pablo VI, fue un momento importante en el proceso histórico de reconciliación entre judíos y católicos empezado con el Concilio del Vaticano II en 1965. Juan Pablo II fue el primer papa en visitar la gran sinagoga de Roma en 1987. Todos recuerdan su declaración sobre los judíos, los "hermanos primogénitos".
Varios puntos de desacuerdo existen entre judíos y cristianos, pero no suscitan ni discordia ni menosprecio. El asunto del Carmel de Auschwitz y la "Declaración de Auschwitz" demostraron que una crisis podía solucionarse gracias al diálogo. Desde entonces, un diálogo interreligioso constructivo se está desarrollando. La declaración de arrepentimiento de los obispos de Francia o la misión extraordinaria del Padre Desbois al servicio de la memoria judía son importantes señales.
Benedicto XVI se reunió este lunes 11 de mayo en Jerusalén con los padres de Guilad Shalit que le pidieron intervenir en la liberación de su hijo.
Esta noche, pensamos en Guilad Shalit, soldado de Tzahal, rehén del Hamas en Gaza desde hace 1056 días.
 

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