Maldito quorum y Radio Jai dos temas que debieran preocupar a la comunidad judia argentina

Posteado el Mar, 26/12/2017 - 12:52
Autor
Mario Goldberg

El último Miercoles, 20/12/2017 sucedieron dos hechos en el seno de la comunidad judía de Buenos Aires que están llamados a ser significativos, y de alguna forma anuncian una tendencia más que preocupante.

El primero y más importante fue el desalojo por parte de AMIA (la mutual ashkenazi de Buenos Aires) de la única radio judía de América Latina, Radio Jai, de las instalaciones que ocupaba en un edificio de la calle Valentin Gomez, antes propiedad de la sociedad benéfica Comedores Populares y donde Radio Jai ocupaba un piso en virtud de un comodato vencido en 2012.

Ya me referí en otra entrada a este grave hecho, no tengo intención en esta de argumentar ni a favor ni en contra.

El segundo, no tan grave, pero sí significativo es que ese mismo día debía sesionar en convocatoria regular la asamblea de representantes de socios de la mutual (RAT).

Es menester explicar antes un par de cosas, la asamblea sesiona en convocatoria ordinaria dos veces al año, una en los meses de Mayo o Junio para aprobar o rechazar memoria y balance del año que pasó y otra en Diciembre para analizar el presupuesto para el siguiente año.

También en todas las convocatorias, sean ellas regulares o extraordinarias el estatuto requiere que estén presentes la mitad más uno de los representantes, es decir 46.

Pues bien, la asamblea no pudo sesionar porque no había quorum.

El maldito quorum no permitió a la asamblea sesionar...otra vez.

Si hacemos historia esto pasó durante los casi 4 años que duró la anterior gestión, solo las primeras dos asambleas fueron exitosas.

Ahora bien, en esas ocasiones se acusaba a la oposición, Amia es de todos, y Accion Plural Comunitaria por que no dabamos quorum.

No decían que entorpecíamos el normal funcionamiento de la comunidad, que  no cumplíamos con la misión para la que fuimos votados.

La realidad es que el bloque oficial tenía el número necesario para lograr quorum, y nunca lo consiguió, exactamente igual a lo que pasó este miercoles, con la diferencia es que el bloque oficial en esta oportunidad cuenta con 70 delegados, es decir, 24 más de los necesarios para lograr quorum, según la información firmaron la planilla 42 delegados, algunos de ellos de otra agrupación.

Es una incognita porque no lograron convencer a sus delegados para que asistan, pero tendrían que haber tenido número más que suficiente para poder sesionar.

Una disgresión, una de las agrupaciones supuestamente opositoras, que se presentó en las elecciones, hizo su campaña asegurando que no iban a dejar de presentarse, que "iban a defender sus convicciones en la asamblea representando a sus electores".

Sus convicciones duraron una asamblea...el Miércoles ninguno de sus delegados se presentó a dar quorum, justo es decir que esta agrupación tiene 8 delegados, así que si hubieran firmado el libro de asistencia se podría haber sesionado.

Entonces es extraño que se nos haya acusado a los que eramos realmente la oposición hasta este año  básicamente con dos reproches:
1) haber acudido a la justicia, justamente lo que no dudó en hacer AMIA para desalojar una radio judía, a pesar de estar en medio de negociaciones.
Es menester aclarar que el haber acudido a la justicia primero y luego al INAES, logró avances en la AMIA que parcialmente aclararon las cosas, a saber, se consiguió que se deje sin efecto, parcialmente, la discriminación a socios que en contra del estatuto se los despojaba de los derechos plenos que tiene que tener un socio
Además se consiguió emprolijar la situación de las cuotas sociales, había una verdadera corrupción en la manera de cobrar, o no, las cuotas, con montos ridículos, 4 pesos por ejemplo, mientras a socios que no pertenecían al partido de gobierno se les cobraba en promedio 50 pesos.
Eso se consiguió, en realidad se le arrancó al partido en el poder, gracias a que 6 socios se animaron a acudir a la justicia
2) el segundo reproche era que nos negabamos a facilitar el quorum, parece que no era resposabilidad nuestra.

Entonces?, es un momento triste en la comunidad de Buenos Aires, queda preguntarse, se puede cambiar algo?

Y sino cambiamos, como quedará esta comunidad?

Seguramente se seguirá alejando del judío común, ese judío de la calle, que está asqueado de tanta política barata, que no entiende cual es el sentido de seguir vinculado a la Kehila, una kehila que no duda en silenciar la única radio judía, que no puede funcionar con cierta normalidad, que para respetar principios mínimos de equidad necesita que la justicia la obligue.

Sino cambiamos la kehila, seguirá vaciandose de sentido.

Tenemos la responsabilidad, y tenemos poco tiempo...

 

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