“La penetración del integrismo islámico es hoy el mayor problema de seguridad en Latinoamérica”

Posteado el Vie, 22/01/2010 - 00:25
Autor
Ana Jerozolimski - Pilar Rahola
Fuente
Semanario Hebreo de Montevideo - www.porisrael.org

 
La conocida escritora, periodista y ex diputada catalana Pilar Rahola, fue invitada a participar hace pocas semanas en las sesiones del Foro Global de Lucha contra el Antisemitismo, que se llevaron a cabo en Jerusalem. Fue ésta una nueva oportunidad de conversar con ella, admirar su valentía y la firmeza de sus planteamientos.
Este es el resultado de nuestro diálogo sobre algunos de los principales desafíos a los que se enfrenta el mundo de hoy. 
 

Cada antisemita es alguien que odia a la sociedad, la libertad, alguien que odia el respeto, la dignidad .Detrás de un antisemita hay un fascista y como tal, hay que luchar contra ello. Y los que luchan contra el antisemitismo están luchando en favor de la libertad
Considero que la traición de determinados intelectuales y líderes de la izquierda a la libertad, es trágica. Y que la vamos a pagar. ¿Y cómo la defino esa traición? La defino porque no escucho la voz de todos ellos en la lucha contra el islamofascismo. En cambio, oigo permanentemente la voz y el ruido contra Israel
La pregunta es por qué ciudadanos liberales, de cualquier color político, generalmente gente culta, y probablemente gente abierta, tienen miedo al Islam. Esa es la pregunta. Porque el Islam da miedo.

 
EL ANTISEMITISMO Y LA SOCIEDAD

P: Pilar, estás ahora en Jerusalem participando en el Foro Global de Lucha contra el Antisemitismo, en cuyo marco has brindado una conferencia que me consta impactó a quienes te escucharon. La vamos a reproducir en “Semanario Hebreo” en otro momento, y de todos modos, se la puede leer en tu blog. ¿Cuál te parece que es la forma más adecuada de tratar el tema del antisemitismo? Te lo pregunto porque siempre tuve cierta renuencia a pasarme publicando cosas sobre el tema y a destacar cuánto antisemitismo hay, ya que ello puede dar la sensación de que los judíos estamos constantemente perseguidos o quizás hostigados...Y no es así.
R: Creo que es un lugar común, pero hay que repetirlo mucho. El antisemitismo no es un tema de los judíos. Los judíos no pueden luchar contra el antisemitismo. Pueden alzar la voz, pueden evidentemente  presionar a través de los lobbies oficiales y legales, los pocos que hay, porque mucha fama del lobby de los judíos, pero los  pobres casi no tienen ninguna capacidad de influencia comparado con el petrodólar, con otros fenómenos económicos que mueven el mundo. Claro que las organizaciones judías, como la Liga  contra la Difamación, tienen que estar expectantes  contra el antisemitismo, hay que denunciarlo, hay que luchar, pero a pesar de todos los pesares, un judío tiene muy poco que hacer contra el antisemitismo. Porque el antisemitismo, en realidad, ni tan sólo es una cuestión judía. Es fundamentalmente una cuestión de respeto. 
 
P: Hacia el otro...
R: Por supuesto. Tiene que ver con la salud moral de la sociedad o del mundo en cada momento. ¿Por qué para mi el antisemitismo es el proceso de intolerancia más importante del mundo hoy? Primero, porque está contaminando hoy a 1400 millones de personas en el mundo islámico. Es la primera escuela de la intolerancia, sin ninguna duda, hoy en el Islam. Aprendiendo a odiar a los judíos, desgraciadamente, muchísimos musulmanes aprenden hoy a odiar a los occidentales y a todo aquello que tiene que ver con la cultura de la  civilización moderna.
Segundo, porque históricamente el antisemitismo siempre ha representado lo peor de la humanidad. Ya no sólo por el tren final de Auschwitz, sino porque en cada proceso histórico el antisemitismo nos ha dado el termómetro de la salud de una sociedad.
Yo creo por tanto que si los lectores de esta entrevista son judíos, lo que tienen que hacer es convencer a sus amigos no judíos de que éste es un tema prioritario. El gran trabajo de los judíos sobre el antisemitismo es convertirlo en un tema, y por supuesto en un problema. Y que ocupe y preocupe a los no judíos.
Es también en el fondo la lucha de gente como yo. Es decirle por ejemplo a una  sociedad como la española, o la que sea,  que cada antisemita es alguien que odia a la sociedad, la libertad, alguien que odia el respeto, la dignidad .Detrás de un antisemita hay un fascista y como tal, hay que luchar contra ello. Y los que luchan contra el antisemitismo están luchando en favor de la libertad.
 
TOTALITARISMOS DE  TODOS LOS COLORES
 
P: El problema, para advertir los peligros, es quizás que las fronteras se desdibujan, al menos en términos de definiciones...y vemos en los últimos años alianzas entre teocracias y regímenes fundamentalistas reaccionarios, y círculos que se dicen de izquierda, especialmente en Europa....La izquierda cuerda, moderada, siempre fue sinónimo de ideales, de lucha por la justicia y la libertad…ahora, gente que habla supuestamente en nombre de la izquierda-y claro está que no se puede generalizar- se está aliando con verdaderos enemigos de la libertad…
R: Es que hay fascistas de derecha y fascistas de izquierdas. Si no queremos usar un término tan connotado históricamente  como “fascismo”, podemos hablar abiertamente de totalitarismos. Hay ideas totalitarias en la izquierda. Cuando alguien considera que su aliado natural es Ahmadinejad, que es un dictador teocrático, medieval, que condena a muerte a una persona, por ejemplo, por ser homosexual, o estudiante disidente, o por ser una mujer, evidentemente está aceptando que una mirada totalitaria del mundo es buena.
Hay totalitarios en acción y totalitarios en pensamiento. Muchos intelectuales de izquierda ni saben que una parte de su pensamiento es totalitario. 
 
P: Claro, el tema es el contenido, no las etiquetas..
R: Por supuesto….Yo creo que ahí, sí, las fronteras están muy definidas. Hay una parte del mundo  que lucha por los respetos fundamentales de la modernidad, que son la Carta de los Derechos humanos, las democracias estables, las Tablas de la Ley –no matarás, no robarás, el respetarse mutuamente. Esa es la parte del mundo  que avanza hacia el futuro. Y esa parte del mundo tiene gente  de derechas, de izquierda, de centro, de todos los orígenes, de todas las religiones. Tiene musulmanes, cristianos, judíos, ateos, gente de todas partes.
Y luego está la otra parte del mundo que está contra el futuro. Esa parte del mundo defiende dictaduras, defiende procesos intolerantes  de ideologías demagógicas. En esta parte del mundo también puede haber gente de izquierdas, de derechos, judíos, cristianos, musulmanes, de todo.  Pero más allá de las ideologías, está, desde mi punto de  vista, la frontera de las libertades .Y en esa falta de libertades tengo clarísimo que hay totalitarios de todos los colores.
 
P: Hay un caso muy claro y complejo ahora, en América Latina, con el Presidente de Venezuela, que se presenta como representante de la izquierda progresista y de hecho es otra cosa totalmente distinta….
R: Desde luego, para mí, Hugo Chávez es para mi un aprendiz de dictador. De hecho está usando la democracia para desmontar la democracia. Y no me extraña nada que sea amigo de Khaddafi o de Ahmadinejad. Es evidente que son de la misma naturaleza ideológica, aunque uno sea creyente o sea católico, quiera ser sucesor de Jesús  y el otro sea islamofascista, es igual. Se encuentran en el mismo odio.
¿Y qué odian? Odian Occidente, odian los valores occidentales, odian la libertad y sin ninguna duda odian la Carta de Derechos Humanos. Y por eso se encuentran en el antisemitismo. El antisemitismo es la definición del odio al modelo y a los valores que tenemos como sociedad moderna.
 
P: Con la presencia clara del antisemitismo en el Islam ¿qué ha quedado de lo que llamamos durante siglos el antisemitismo cristiano?
R: El antisemitismo más importante de la historia ha sido, y aún continúa siendo, el antisemitismo que nació de la raíz cristiana, porque desembocó en Auschwitz. No me puedo ni imaginar que en ningún  momento se vaya a repetir un horror como ese. Espero que siempre, el peor horror de la historia de la humanidad, sea Auschwitz. Y claro que digo Auschwitz como metáfora, refiriéndome al holocausto, a la Shoa.  
 
DEL ANTISEMITISMO A LA OBSESION CON ISRAEL
 
P: Y nuevamente, el antisemitismo va cambiando de forma exterior..
R: Hoy en día, el antisemitismo occidental más serio es el que se disfraza de antisionista. Generalmente viene de la izquierda, el principal motor de antisemitismo occidental hoy. Pero el fenómeno de masas más importante que tenemos hoy en el mundo es la educación antisemita islámica. Es que en las madrasas coránicas se aprende a odiar al judío .No sólo al judío sino también al Cruzado, al occidental….pero el judío es el primero. Es que en el fondo, el judío de alguna forma concilia los valores occidentales como nadie: la libertad religiosa, la libertad de opinión, la libertad de acción, el libre mercado. Esa condición tan profundamente  moderna del judío lo convierte en un objetivo islámico muy rotundo.
Pero son dos fenómenos que se complementan mutuamente y que derivan en un paraíso común que es el del chavismo.  Para que Chávez y Ahmadinejad se encuentren primero tenemos que tener una cantidad de intelectuales permanentemente obsesivos con Israel, permanentemente obsesivos contra el sionismo, aunque  ni lo entienden, no saben lo que es, no tienen ni idea pero lo han convertido en un lema ideológico. Y luego tenemos esa nueva aparición del antisemitismo islámico, que está en la base de su propia cultura pero que había estado dormido durante muchos siglos porque durante siglos el judío vivió mejor en los países islámicos que en los cristianos. Esto ha cambiado absolutamente.
Se juntan pues todos estos factores hasta el punto que , por ejemplo, los tipos de extrema izquierda en mi país ,España, me querían juzgar por “negacionista”. Me llevaron a los tribunales aduciendo que yo negaba el “holocausto palestino”, una nueva fórmula del código penal. Estos tipos recibieron este año 800.000 euros de ayuda del  Ayuntamiento de Barcelona y son los que organizaron el boycott a la cantante israelí Noa. Estos tipos tienen en sus web colgados los discursos de Ahmadinejad. Es decir que de la extrema izquierda, van al islamofascismo. Sin problemas, es un mismo viaje. ¿Dónde se encuentran? En el odio a Israel, en el odio a los que significamos desenmascarar ese mundo, y al final, por derivado, en el odio a mi.
 
P: ¿Te resulta extraño estar, personalmente, en medio de todo esto, al menos en la dinámica que sientes en tu país?
R: A mi me encanta que la extrema izquierda me odie tanto como el islamofascismo, porque significa que son exactamente lo mismo. 
 
LA TRAICION DE PARTE DE LA IZQUIERDA
 
P: Ahora, mi pregunta es si ese encontrarse en el mismo odio que los une es resultado de una misma posición ideológica, de una misma intención aunque cada uno venga de otro lado, o del hecho que la extrema izquierda no conoce realmente el fenómeno que tu llamas el islamofascismo, que no sabe cuáles son sus verdaderas características…
R: Yo creo que el tema de fondo es que determinada izquierda está  obsesionada con las dos democracias que curiosamente son de las más sólidas del mundo y las que han sufrido los atentados terroristas más grandes: Estados Unidos e Israel. A mi me dice mucho esto. ¿Por qué en un mundo en el que existe el Presidente de Sudán, el presidente de Irán, millones de mujeres esclavas en nombre de un dios  y de unas leyes que permiten lapidación y mutilación genital (cada 15 segundos se mutila a una niña en el mundo), donde existen estas locuras tan trágicas, la gente que moviliza las banderas de la libertad está tan obsesionada con dos democracias? Eso, a mi, me dice mucho sobre su locura, sobre su falta de percepción de la realidad.
 
P: Y eso no sólo determina su visión o falta de visión sobre lo que sucede en parte del mundo islámico, sino también su alteración de lo que ocurre en otros lados...
R: Eso hace que al final, los peligros del Islam integrista se desdibujen. En el fondo, se banalizan. Una izquierda determinada-no toda por cierto-banaliza el holocausto y el islamismo integrista. A la vez. Las dos cosas son letales. Una sola, es letal. Juntas, son terribles. ¿Por qué? Porque banalizando el Holocausto se banaliza  la destrucción masiva de un pueblo, es decir “no nos importa”, relativizamos éticamente nuestros valores, los dejamos en la nada. Y al mismo tiempo, la matanza más importante de la actualidad, también se relativiza al punto de tener ciertos peligros para el futuro. A mi me parece que todos estos tipos, que pululan tanto en los medios y en las universidades sobre todo, que gritan tanto contra Israel y que se olvidan de todos estos dictadores , son los últimos dinosaurios de una ideología fallida que fracasó estrepitosamente en el siglo XX y que está complicando la vida en el siglo XXI. Considero que la traición de determinados intelectuales y líderes de la izquierda a la libertad, es trágica. Y que la vamos a pagar. ¿Y cómo la defino esa traición? La defino porque no escucho la voz de todos ellos en la lucha contra el islamofascismo. En cambio, oigo permanentemente la voz y el ruido contra Israel.
Si el antisemitismo define la mala salud de la libertad en el mundo, el odio a Israel define la locura de mucha parte de la izquierda. Por supuesto, no toda la crítica contra Israel es antisemita, empezando por la que se produce dentro del propio Israel. Yo reclamo el derecho de criticar a Israel, a sus gobiernos. Pero en cambio, todo el antisemitismo, el clásico y el nuevo, se encuentran en el anti –israelismo.
 
 
¿CRITICAS A ISRAEL?
 
P: Tú has escrito más de una vez que tu defensa de Israel como democracia, no significa concordancia con todo lo que hacen los gobiernos de Israel. Pero es un tema del cual has hablado y escrito menos ¿Cuáles son tus críticas a Israel?
R: A mi me preocupa de Israel, sin ninguna duda, en algún momento, la influencia excesiva de los grupos ultraortodoxos , en la vida cotidiana y en los derechos civiles, que es algo que en general no comento porque también me siento incómoda. Yo no soy ciudadana israelí. ¿Quién soy yo para discutir la vida interna política israelí? Ya lo hace todo el mundo. Mucha gente que no permitiría que se hable de su país, lo hace de Israel. Entonces, como todo el mundo le dice a los israelíes cada día qué tiene que hacer,  creo que yo no tengo que hacerlo. Pero si me preguntas tu, para “Semanario Hebreo”, me atrevo a hacer unos comentarios.
Desde luego, si yo fuera ciudadana israelí, lucharía por una sociedad inequívocamente laica donde la religión tuviera su papel en la intimidad, pero no en las leyes. Desde luego yo estoy más por opciones de centro izquierda que de derechas. Eso, ya no sólo por el tema del conflicto eterno, porque Israel también tiene cuestiones medioambientales, derechos civiles, derechos sociales y ahí yo tengo una participación más cercana a esa posición ideológica del mundo.
 
P: ¿Y sobre el conflicto con los palestinos?
R: Respecto al conflicto, ahí me atrevo a ser menos crítica. Yo desde luego sería muy  liberal en el retorno de algunos asentamientos y no haría más. Yo  no estoy de acuerdo con hacer más asentamientos y menos en este momento del mundo. Me parece que  es evidente que hay que tender la mano a cualquier opción del diálogo aunque el otro lado sea complejo, aunque no se ponga a la mesa, aunque tengamos a Hamas. Pero Israel siempre tendría que estar un paso adelante en las conversaciones, aunque fallen cada día. Y, desde luego, ampliar asentamientos, complicar un poquito más todo este tema, me parece que no es hacer un paso hacia adelante sino hacia atrás.
Dicho esto, es cierto que cualquier salida del conflicto no pasa, desde mi punto de vista, por tener a Tzipi Livni o Netanyahu en el poder, o a cualquiera más a la izquierda, porque mientras el mundo islámico esté exactamente como está, la solución al conflicto es imposible. Ahí soy pesimista. Yo creo que es al revés de lo que dicen. Hay quien dice que si resolvemos este conflicto, que muy a menudo significa que se refieren a si desapareciera Israel, desaparecería el problema del Islam. No saben nada de lo que está ocurriendo. El fenómeno ideológico integrista nació en los años 20 en Egipto, mucho antes de la existencia de Israel. Se ha nutrido de cualquier conflicto porque los utiliza. Su opción no es crear estados nacionales como los entendemos en el mundo moderno sino crear una gran “umma musulmana”.Ahora, por ejemplo, la guerra que tiene el integrismo islámico en el Sahara está fundamentalmente direccionada hacia España, para el retorno del Andalus como concepto míticamente hablando. Si mañana resolviéramos extrañamente el conflicto palestino-israelí el mundo tendría un conflicto con el Islam integrista. O sea que es al revés: no resolvemos el conflicto de Israel, porque existe el fenómeno del Islam integrista.
 
P: En general, lo sabemos, el mundo árabe concentra las culpas en Israel y lo presenta como causante no sólo de la creación del problema, sino también de la supuesta imposibilidad de resolverlo..
R: Para mi, el primer enemigo de la solución al conflicto, es la mala puntería de los palestinos a sus líderes. El segundo, los árabes. El tercero ha sido todo el mundo soviético que ha avalado la confrontación permanente sin buscar ninguna solución. Y ahora , sin ningún lugar a duda., el fenómeno del islamismo integrista es el gran enemigo. Fíjate tú entonces que todas las grandes fuerzas históricas han estado en contra de la solución. ¿Cómo voy a decirle a un presidente de gobierno israelí que él es el culpable que no haya solución, cuando todo juega en contra?. No me atrevo. Pero críticas, sí las hay. Tiene que haberlas. 
 
LA PREGUNTA ES POR QUE SE TEME AL ISLAM
 
P: Una pregunta, Pilar, por tu condición de europea. Sabemos lo que se ha votado recientemente en Suiza, contra la construcción de minaretes. Hay un dilema de por medio. Por un lado, claro está que eso expresa un temor a la expansión del Islam.
Los minaretes, claro son sólo la manifestación exterior de un tema más de fondo. Por otro lado, se corre el riesgo de incurrir, por ese temor, en actitudes que no son propias de democracias, uno de cuyos valores es la libertad de cultos. ¿Cómo se soluciona el dilema a tu criterio?
R: Es complicado. Sin ninguna duda no tiene sentido que un país le tenga miedo a un minarete, porque parte de los valores que defendemos tienen que ver con la pluralidad religiosa,con la necesidad de que nos entendamos desde diferentes culturas y religiones. Los dioses tienen que mirarse cara a cara y no perderse. Sin duda, si yo fuera ciudadana suiza, habría votado a favor de que pueda haber mezquitas en Suiza como en cualquier otro lugar. No podemos defender la libertad de los países islámicos, si no la mantenemos en los países europeos.
 
P: Acá el minarete es un símbolo…
R: Sin duda alguna. Dicho esto, me niego rotundamente al discurso criminalizador según el cual los suizos se han vuelto fascistas, que es muy políticamente correcto. En España se pusieron todos histéricos, preguntando si de golpe la mayoría en Suiza se han vuelto intolerantes, de extrema derecha..No, la pregunta no es esa. La pregunta es por qué ciudadanos liberales, de cualquier color político, generalmente gente culta, y probablemente gente abierta, tienen miedo al Islam. Esa es la pregunta. Porque el Islam da miedo. Negar eso es negar una evidencia. Claro que no es el Islam como religión sino como ideología, pero da igual. La gente ve  que de golpe hay mujeres que se esclavizan en sus propios barrios europeos, que hay Imanes que dicen a los jóvenes que la jihad es buena, la ideológica y la violenta, que de golpe se producen atentados masivos contra ciudadanos convertidos en el objetivo. Ese es un cambio en la historia de las guerras. Antes el ciudadano era el efecto colateral de las guerras, ahora es el objetivo. Matar gente en un autobús, matar gente en trenes, secuestrar  cooperantes, forma parte del fenómeno…ese es el objetivo. La gente ve que se lapida mujeres, que en los países islámicos no hay libertades, que todos son dictaduras atroces, que han conseguido aunar la tecnología del siglo XXI con la mentalidad de  la Edad Media, que continúan permitiéndose todo tipo de atropellos. Y tienen miedo. ¿Cómo tiene que luchar Europa contra este miedo? Con el palo y con la zanahoria.
 
P: Es complicado en general maniobrar entre las dos puntas...
R: Pero no hay alternativa. La zanahoria es libertad de credo, respeto a las religiones y defensa en el código penal y civil de los derechos de todos. El palo es absoluta dureza con los imanes integristas, con las organizaciones que no defiendan los derechos fundamentales, con aquellos islámicos que en nombre del Islam perviertan los derechos ganados con muchas dificultades en Europa. Y por tanto, completa segregación de todos estos individuos que no son creyentes sino delincuentes. Yo estoy absolutamente a favor de un blindaje muy severo de los derechos de las mujeres islámicas en Europa. Y creo que si mantenemos esa doble vara, quizás algo conseguimos. Igual, de todos modos, te lo digo: Europa lo  tiene muy complicado. 
 
P: Los números sobre el avance del Islam en Europa, lo dicen todo..
R: El fenómeno integrista está creciendo en toda Europa, está organizándose de una forma muy activa, tiene una gran capacidad de movilización, es capaz de crear parlamentos paralelos al propio parlamento, tribunales paralelos. En mi país se acaba de desarticular-en Tarragona, Catalunya- una red que creaba un tribunal para juzgar a mujeres adúlteras .En mi propio país. ¿Por qué? Porque cada segundo el petróleo ingresa millones de dólares y ¡cuántos de éstos se van hacia el fenómeno integrista!  Estamos luchando contra gigantes .Por eso creo que el fenómeno está creciendo en el Islam crece en Europa. Por eso, crece en el mundo.  
 
MOTIVO DE PREOCUPACION PARA AMERICA LATINA
P: También en América Latina hay hoy integrismo islámico...
R: Por eso, un apunte sobre Latinoamérica. La penetración de Irán en Latinoamérica y de su mano, la penetración del integrismo islámico, es hoy el problema de seguridad  más importante de toda Latinoamérica. Me atrevo a decir que es más grave que las desigualdades sociales y el hambre, que sin duda son el segundo problema más grave.
 
P: Esa es una afirmación muy categórica..
R: Si, lo sé. Me atrevo a decirlo porque este fenómeno destroza toda posibilidad de hacer en el futuro una sociedad más justa. Se está creando en Latinoamérica ghettos islámicos activados que tienen como único objetivo la jihad ideológica y eventualmente la violencia. Esto se está haciendo con total impunidad, con la ayuda de algunos países del eje bolivariano., con la indiferencia de otros-mira a Lula recibiendo a Ahmadinejad- y hasta incluso con la pasiva indiferencia de otros. Cuidado, que América Latina se va a convertir en un polvorín.
 
Síntesis
 

  • “El antisemitismo no es una cuestión de los judíos…Tiene que ver con la salud moral de la sociedad y el mundo”.
  • “El antisemitismo es hoy la primera escuela de intolerancia en el Islam”.
  • “Detrás de un antisemita, hay un fascista. Luchar contra el antisemitismo, es luchar por la libertad”.
  • “En la falta de libertades hay totalitarismos de todos los colores. Y hay fascistas de izquierda y de derecha”.
  • “El antisemitismo más importante de la historia ha sido, y aún continúa siendo, el antisemitismo que nació de la raíz cristiana, porque desembocó en Auschwitz”.
  • “No toda la crítica contra Israel es antisemita...pero todos los antisemitismos se encuentran en el anti-israelismo”.
  • “Si yo fuera ciudadana israelí, lucharía por una sociedad inequívocamente laica donde la religión tuviera su papel en la intimidad, pero no en las leyes”.
  • “Israel siempre tendría que estar un paso adelante en las conversaciones, aunque fallen cada día”.
  • “Si mañana resolviéramos extrañamente el conflicto palestino-israelì el mundo tendría un conflicto con el Islam integrista. O sea que es al revés: no resolvemos el conflicto de Israel, porque existe el fenómeno del Islam integrista”.

 
Gentileza: www.porisrael.org
 

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