¿Quién mató a Itzjak Rabin?

Posteado el Mar, 26/10/2010 - 02:06
Autor
Daniel Alaluf (Desde Jerusalem)
Fuente
Revista Horizonte

 

En momentos en que se recuerda un nuevo aniversario del magnicidio perpetrado contra Itzjak Rabin, el autor del siguiente artículo afirma que: "Ya desde la década de 1970, la verdadera amenaza al Estado Judío no son los enemigos externos, las amenazas militares pueden ser combatidas con armas, pero aquellos que amenazan a la democracia desde adentro por medio de la monopolización de los valores judaicos y usando una errónea visión mesiánica del sionismo deben ser combatidos con valores democráticos."

Durante los últimos 15 años la derecha nacionalista religiosa israelí, se ocupó metódicamente de trivializar el asesinado del Primer Ministro de Israel, logrando que el mismo se convierta en una pérdida y luto sólo para ciertos sectores de la izquierda israelí (grupos que parecen ser cada día más pequeños)

A quince años del asesinato del Primer Ministro Israelí Itzjak Rabin, sectores de la derecha nacionalista israelí, intentan reescribir la historia. Este año el intento de estos grupos radicales para confundir los hechos históricos se ha elevado a nuevos niveles. El canal 7 de televisión Israelí (Arutz Sheva) -el principal canal del nacionalismo religioso en Israel- decidió "recordar" a Rabin de una manera muy particular. Este medio, altamente tendencioso, lanzó un concurso titulado: "El asesinato de Rabin... tu versión". El canal invita a sus espectadores a enviar sus teorías.

Este proyecto está basado en la asunción de que el asesinato del Primer Ministro no fue perpetrado por Igal Amir, sino que detrás del mismo se esconde una conspiración que debe ser descubierta. El canal decidió salir en búsqueda de la "verdad" por medio de un concurso en internet, convirtiendo este brutal asesinato en un simple juego interactivo para el deleite de su público nacionalista.

Esta peligrosa campaña persigue un objetivo claro y programado: limpiar la conciencia de la extrema derecha nacionalista israelí, un sector político que se ocupó de incitar a la población sistemáticamente durante los meses previos al asesinato en 1995. No nos equivoquemos, Igal Amir no fue el único culpable asesino. Igal Amir fue quien apretó el gatillo de un arma que fue cargada por aquellos sectores que quince años después se preguntan: "¿quién mató a Itzjak Rabin?".

 

El desprecio de Netanyahu

El propio Primer Ministro actual de Israel, Biniamin Netanyahu, contribuyó con las tensiones que llevaron al asesinato de Rabin. Netanyahu no ocultaba su desprecio por el Premier y más de una vez dejo muy en claro su posición, según la cual, Rabin era un traidor. El 20 de marzo de 1995, meses antes del asesinato, tras un atentado perpetrado por Hamas en Givat Hazjujit, declaró Biniamin Netanyahu - líder de la oposición en ese momento- en un programa televisivo ("Mabat"): "Arafat está buscando , según información que poseo, un acuerdo con Hamas... Él les dice (a Hamas): en Cisjordania maten, está bien. Ellos (Hamas) reciben información al mismo tiempo de la OLP y del gobierno de Israel. Matar judíos en Cisjordania logrará obtener el objetivo de despejar el terreno para un Estado Palestino".

Ya desde la década de 1970, la verdadera amenaza al Estado Judío no son los enemigos externos, las amenazas militares pueden ser combatidas con armas, pero aquellos que amenazan a la democracia desde adentro por medio de la monopolización de los valores judaicos y usando una errónea visión mesiánica del sionismo deben ser combatidos con valores democráticos.

Muchos de los colonos pertenecientes al nacionalismo religioso dan la espalda a las leyes seculares que confrontan a sus propias convicciones, siendo fieles a la Tierra de Israel y no al Estado de Israel. La volátil mezcla entre nacionalismo y fundamentalismo religioso pone en riesgo inminente no tan solo el carácter democrático del Estado de Israel sino su propia existencia. Las coaliciones gubernamentales y el cínico uso de los gobernantes de las herramientas del sistema democrático permiten a sectores fundamentalistas convertirse en una amenaza para Israel.

Tras el asesinato de Itzjak Rabin se asentuó la convergencia entre los intereses religiosos y la seguridad nacional un factor determinante en la política aplicada a los asentamientos en los territorios ocupados, una tendencia que comenzara en los años 1970.

La importancia atribuida a este concepto ha ido creciendo notablemente, llevando a que grupos nacionalistas religiosos -asentados principalmente en los territorios ocupados- se atrevan a desafiar desvergonzadamente las leyes del Estado, poniendo en claro riesgo no sólo las relaciones del país con sus vecinos y la comunidad internacional sino también la tan preciada democracia israelí.

Al igual que en 1995, 15 años después, los sectores nacionalistas religiosos se escudan en la libertad de expresión y prensa que la democracia israelí asegura. Una democracia que ellos interpretan a voluntad y conveniencia propia. Igal Amir puede estar hoy en día más que satisfecho con los resultados del asesinato político-religioso que cometió. El "pseudo sionismo" religioso del cual él nació, en lugar de realizar una seria crítica interna y verificar cuales fueron los terribles fracasos que llevaron a que uno de sus miembros asesine a un Primer Ministro, se ocupa de intentar borrar su culpa.

El éxito de Amir y su sector es más que claro. Ellos son socios en el gobierno actual, un gobierno liderado por un primer ministro que intenta por medio de hábiles discursos borrar los mensajes que gritaba a cuatro vientos en 1995, durante los meses previos al asesinato; un primer ministro que tiene como objetivo sobrevivir en su puesto generando un daño irreversible al Estado de Israel, un premier que se asocia sistemáticamente con los grupos más antidemocráticos, racistas e irracionales del mapa político del país para poder terminar su mandato; un primer ministro que en tan solo un año y medio de mandato logró con su accionar, dañar las relaciones del Estado Judío con su principal aliado - EE.UU. - y aislar a Israel internacionalmente, todo para favorecer a sus socios de la extrema derecha.

 

El legado que quedó tras el asesinato de Rabin

El asesinato de Rabin demostró que el conflicto árabe-israelí no podrá ser resuelto hasta que los límites geográficos, legales y éticos de Israel no sean determinados pura y exclusivamente por quienes creen y defienden al Estado democrático, laico y sionista.

La sociedad israelí deberá decidir, entonces, entre un futuro de paz, seguridad relativa y prosperidad económica a cambio de los territorios ya perdidos o pretender seguir dominando por la fuerza esas tierras poniendo en riesgo el futuro del Estado judío.

Que no quede ninguna duda: El asesinado de Itzjak Rabin fue la expresión extrema de lo que este sector nacionalista religioso de la sociedad israelí está dispuesto a hacer para velar por sus propios intereses. Un sector que en las últimas décadas ha demostrado no solo estar fuera de los límites geográficos del país sino, peor aún, fuera de los límites éticos y morales de la frágil y tan preciada democracia del Estado Judío.

La respuesta a este asesinato político-religioso debe ser el fortalecimiento de la democracia, una democracia que pueda expulsa de sus instituciones a quienes la amenazan, no importa cuál sea el cargo que estos ocupen. El Estado de Israel a fin de poder continuar siendo un Estado Democrático y judío debe colocar al sionismo en el centro de su sociedad. Un sionismo político, laico y humanista tal como fue ideado por Teodoro Herzl, sin dejarse engañar por el pseudo- sionismo religioso de donde surgió el asesino Itzjak Rabin, solo así Israel podrá lograr que las discusiones ideológicas y políticas sean resueltas por medio de normas democráticas y no por leyes Divinas.

 

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