Campaña al rojo vivo para las elecciones de la AMIA

Posteado el Sáb, 19/03/2011 - 12:19
Autor
Hernán Dobry
Fuente
Diario Perfil - 19/03/2011

 

La interna de la comunidad judía está al rojo vivo a tres semanas de los comicios en los que se elegirá al sucesor de Guillermo Borger en la presidencia de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).

No es para menos: las dos fuerzas opositoras, que buscan desbancar al Bloque Unido Religioso (BUR) de la conducción de la entidad, no logran ponerse de acuerdo para conformar una lista conjunta, lo que le abriría la puerta al oficialismo a una nueva victoria.

Todo hace pensar que podría volver a ocurrir lo mismo que en las elecciones de 2008, cuando los ortodoxos dieron la sorpresa y se quedaron con la primera minoría al obtener el 38%, seguido por el Frente Comunitario (33,30%) y AMIA es de Todos, del rabino Sergio Bergman (23,30%).

Como el segundo y el tercero no llegaron a un acuerdo en la Asamblea de Representantes de Asociados (RAT) para votar a uno de sus miembros como presidente, el BUR terminó formando gobierno tras aliarse con Bergman, pese a sus diferencias evidentes.

La elección en la AMIA se realiza en forma indirecta. El 10 de abril se votarán listas de candidatos para ocupar las 90 autoridades titulares y 24 suplentes para integrar la Asamblea Electoral de la AMIA (RAT).

Esta especie de Colegio Electoral decidirá, en una primera instancia, los miembros de la nueva Comisión Directiva que gobernará entre 2011 y 2014.

Si no se consigue la mayoría absoluta, se realizará una segunda votación. De fracasar, se hará una tercera vuelta pero la victoria será por mayoría simple.

Esta vez, la historia parece repetirse, con partidos similares pero candidatos diferentes. Los ortodoxos, comandados por su líder espiritual, el rabino Samuel Levin, están peleando los primeros puestos en los sondeos, aunque las dos fuerzas opositoras se atribuyen cada uno el liderazgo.

En lo que coinciden es que para quedarse con la presidencia de la AMIA será imprescindible que voten muchos socios, ya que casi 4 mil personas apoyan al BUR y son fieles a sus ideales, lo que implica un piso muy alto para el oficialismo.

En las elecciones de 2008 concurrieron 7.380 votantes en total, de los 18.600 habilitados para hacerlo (el 40% del padrón), un récord para la institución. De repetirse estas cifras los seguidores de Levin obtendrían el 54,2%, con lo que no necesitarían alianzas para continuar en el poder.

Por eso, los candidatos Luis Grynwald (Acción Plural) e Isaac Ursztein (Frente Comunitario) insisten en la importancia de que los socios participen de los comicios el 10 de abril. “La gente es muy consciente de que se está decidiendo un estilo de vida judía, de conducción, por eso va a ir a votar”, afirma Grynwald, ex presidente de la AMIA (2005-2008).

Ursztein concuerda y agrega que “lo que hay que incentivar es que vayan. Es importante que se comprometan. Va a haber más movilización porque la gente se quieren involucrar cada vez más”.

El oficialismo sostienen que continuará con la línea de trabajo del gobierno de Borger, pero desde la oposición temen que lleven adelante proyectos que fracasaron en este mandato como “separar a los hombres y mujeres en las actividades” u otras medidas vinculadas a la vida ortodoxa. “Lo que puede cambiar es que esos intentos se cumplan, que realmente nosotros pasemos a ser judíos genuinos o no, como ellos dicen”, afirma Grynwald.

A tal punto llega la preocupación, que Acción Plural lanzó una campaña para movilizar a los socios a través de newsletters, blogs, Facebook y publicidad en radio y televisión, algo que molesta al oficialismo.

Seguimos haciendo las cosas lo mejor posible para ganar adeptos. Preferimos trabajar así y no gastar fortunas en publicidad o declaraciones”, destaca Angel Barman, actual vicepresidente de la AMIA.

Para Grynwald, esto logrará atraer a 11 mil de las casi 28 mil personas habilitadas en el padrón. Algo similar piensa Ursztein, que espera que la cifra supere los 10 mil.

De darse esta concurrencia, el piso del BUR quedaría relegado a un 35-40%, lo que lo ubicaría como primera o segunda fuerza, dependiendo de lo que ocurra con los otros dos.

Por eso, los principales rabinos ortodoxos de Israel instaron a sus seguidores, en una carta, a apoyar al oficialismo. “Venimos a alentarlos y a fortalecerlos y convocar a cada uno a actuar y hacer valer sus influencias en pro de la sagrada lista de los Shomrei Hatorá ve a Mitzvá, que está elaborando nuestro amigo el Gaón Rabí Shmuel Arie Levin Shlitá y todos los rabinos de la comunidades observantes de la Torá que participarán juntos en una lista unificada contra los liberales de todo tipo”, dice.

La estrategia de sus adversarios no los atemoriza y creen que eso les va a jugar en contra. “Se olvidan de que muchas de esas personas van a votar por nosotros. Es lo que no se dan cuenta. La gente me dice: ‘Si voy a votar, lo hago por ustedes’”, sostiene Levin.

Divididos pese a todo. Si se mantuvieran los mismos porcentajes que se dieron en la elección de 2008, el Frente Comunitario y Acción Plural obtendrían juntos cerca del 56% de los votos, o sea, más de lo que necesitan para ganar la presidencia. Pero las diferencias internas están frenando un posible acuerdo.

Hasta ahora, fracasaron todas las negociaciones para conformar una lista única. “En el Frente Comunitario se decidió la candidatura de una forma democrática. Nuestro método de trabajo no es el personalismo, sino crear grupos, centralizar secretarías”, afirma Ursztein.

Según una fuente que mantiene una relación fluida con las dos partes, el problema es que “la gente de Avodá le tiene bronca a Grynwald porque se fue del partido y no querían que fuera presidente. Dicen que es personalista”.

Avodá, que forma parte del Frente Comunitario, es uno de los partidos históricos más importantes de la comunidad judía, y gobernó reiteradas veces la AMIA, incluso con la administración Grynwald.

El propio candidato de Acción Plural confirma esta versión. “Puede ser que les haya molestado que me haya ido de Avodá. Tenemos estilos de gestión y partidos políticos diferentes, es una suma de cosas”, resalta.

En una segunda etapa, Grynwald quiso asegurarse de que ambas fuerzas votarían en bloque en el RAT, para evitar lo que ocurrió en 2008 cuando AMIA es de Todos, la agrupación del rabino Bergman, que forma parte del Frente Comunitario, apoyó al BUR, y la ortodoxia terminó quedándose con la presidencia por primera vez en la historia.

Para eso, Grynwald les propuso firmar un acuerdo ante escribano en el que el segundo apoyaría al que consiguiera mayor cantidad de votos, pero el partido de Ursztein también se opuso.

Sin embargo, ninguno cerró la puerta a un posible entendimiento tanto antes como después de los comicios.

Nos vamos a poner de acuerdo entre las dos fuerzas después de la elección. Las negociaciones siguen abiertas”, destaca el ex presidente de la AMIA.

El candidato del Frente Comunitario concuerda. “No descarto un acuerdo, pero todo está para hablarse después de la elección, también puede ser antes. Eso no hace falta firmarlo. Se puede ver el día 10 a la noche”, destaca.

En cambio, desde el BUR no descartan juntarse con quien quiera participar de su propuesta, sin importar la ideología que tenga, tal como hicieron en 2006.

En este momento, no tenemos planeado hacer ningún tipo de alianza ni hemos iniciado conversaciones, lo que no quita que de acá a las elecciones o después se hagan”, afirma Barman, uno de los posibles postulantes de la ortodoxia.

Lo cierto es que su partido aún no decidió quién encabezará la lista y estiman que lo hará unos días antes de asumir, en caso de ganar, según lo que decida el rabino Samuel Levin y su equipo.

No tememos un candidato oficial, somos un grupo de trabajo. Seguramente, se va a decidir antes de asumir –concluye–. “En su momento, el rabino Levin con su gente va a nombrar al que va a ocupar la presidencia. Eso es lo que nos diferencia de las otras fuerzas. No vamos por una postura, una posición o una presidencia, sino por una ideología.”

 

Sin votos (todavía)