El “Rey Lear” y el “Humor judío”

Posteado el Mié, 05/05/2010 - 23:42
Autor
Leonardo Moledo
Fuente
Pagina 12

 
Yo estaba muy tranquilo en La Orquídea tratando de escribir esta contratapa sobre el Rey Lear de Shakespeare (o mejor dicho, sobre una escena, la más trágica y donde culmina la obra, en la que había habido risitas en el teatro), cuando se me acercó Samuel Zimmerman y, al ver la palabra risas, se sentó, para fastidio mío, a mi mesa.
 
Ahora bien: Samuel es un gran contador de chistes judíos y así, al ver la palabra risas por encima de mi hombro, y sin que yo se lo pidiera, arrancó.
 
Cuando los judíos no podían viajar fuera de la Zona de Residencia sin permiso oficial un anciano sabio de Odessa consiguió, tras meses de negociación, viajar a Moscú. Tras la primera parada, sube al tren un joven y se sienta frente a él. El sabio lo observa y en su interior tiene lugar el siguiente monólogo: “No parece campesino, y si no es campesino probablemente viene de este distrito. Si viene de este distrito, debe ser judío, porque éste es un distrito judío, pero si es judío... ¿adónde va? soy el único judío con permiso para viajar a Moscú. ¿A qué población podrá viajar un joven sin permiso? Ahh, antes de Moscú está la aldea de Mozhaisk, y no hace falta permiso para ir allí.
 
Pero para qué quiere ir a Mozhaisk, si hay sólo dos familias judías en toda la aldea: Linsky y los Grinbaum. Sé que los Linsky son una familia terrible, de modo que va a visitar a los Grinbaum, pero... ¿quién emprendería un viaje en esta época del año salvo un pariente muy cercano? Los Grinbaum tienen sólo hijas, de modo que se trata de un yerno. Pero si es uno de los yernos... ¿con cuál de las hijas estará casado? Esther se casó con un joven y brillante abogado de Budapest, ¿cómo se llamaba?...
 
Alexander Cohen... ¿Con quién se casó Sarah? Con un infeliz, un empleaducho de Zhadomir. Debe ser pues el marido de Esther. De modo es que si éste es el que se casó con Esther, su nombre es Alexander Cohen y viene de Budapest. ¡Oh! qué terrible antisemitismo existe ahora por ahí. Probablemente haya cambiado de apellido. ¿Cuál es el equivalente húngaro de Cohen? Kovacs. Pero un hombre que cambia de apellido de Cohen a Kovacs revela una básica inseguridad en la vida; además, para cambiar su apellido debido al antisemitismo, un hombre debe poseer estatus. ¿Qué clase de estatus debe ser el suyo?.. Un doctorado de la Universidad”.
 
En este punto el viejo sabio se levanta, palmea al joven en el hombro y le pregunta: “¿El doctor Alexander Kovacs?” “Sí, claro –responde el joven–. ¿Pero cómo lo sabe?” “Bah –responde el viejo sabio–, es sólo cuestión de lógica.”
 
Me reí de buena gana: grave error, porque arrancó con otro.
 
Vos sabés que se contaban chistes en el gueto de Varsovia: Rudy publicó una compilación en tu diario... y es que cuando la desesperación llega al límite sólo queda reír. Escuchá esto.
 
No quiero escuchar chistes sobre el gueto de Varsovia –dije– y menos en estos días en que se conmemora el alzamiento.
 
No es sobre el gueto de Varsovia –dijo Samuel–. Este es un chiste que se cuenta mucho en Israel. Resulta que un día el Zar impuso un impuesto a los judíos y mandó a uno de sus sicarios para ver cómo se lo habían tomado. El sicario fue, miró y le informó: están todos protestando, preguntándose cómo van a hacer para pagarlo.
 
Ajá –dijo el Zar–. Entonces dupliquemos el impuesto. Andá a ver qué pasa ahora y cómo cae. El sicario fue, volvió y dijo: están todos haciendo chistes y riéndose.
 
–Bueno –dijo el Zar–. Si están haciendo chistes, dejemos las cosas como están. Es obvio que llegaron al límite y no se les va a poder sacar ni un rublo más.
 
–Mmm... –dije, este es más sutil. ¿Y ahora puedo volver al Rey Lear?
 
¿El Rey Lear? Escuchá. Resulta que había un rabino que justamente se llamaba Learsky y justamente tenía tres hijas... Bueno, así siguió durante seis horas. Me dejó tan agotado que el Rey Lear quedará para la próxima.
 
* Este cuento está tomado de Humor judío, de Eliahu Toker, Patricia Finzi y Moacyr Scliar.
 

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