Posibles iniciativas de paz para Oriente Medio

Posteado el Jue, 10/12/2009 - 18:37
Autor
Agustín Romero
Fuente
Diario Clarín - 03-12-2009

 

Por sus antecedentes respecto de la región y de la política exterior en general, la Argentina podría tener cierta influencia positiva en el conflicto.

 
Desde la partición de Palestina y la creación del Estado de Israel en 1948 nuestro país adoptó una política exterior equidistante en el conflicto árabe-israelí por la presencia de activas comunidades árabe y judía en nuestro territorio, por el aporte que dieron al desarrollo de la nación y por la convivencia, armonía y buen diálogo que siempre mantuvieron.
 

Como pocas veces ha sucedido a nivel mundial, nuestro país fue huésped pocos días atrás del máximo liderazgo israelí-palestino en menos de 72 horas. Fue el propio Mohumaod Abbas quien comparó a nuestro país con Noruega y resaltó que el país escandinavo era un Estado pequeño y sin un alto perfil en el conflicto israelí-palestino pero que dos reglas básicas habían posibilitado el exitoso Proceso de Oslo: perseverancia y secreto.
 
¿Puede Argentina ser un país que encabece iniciativas a favor de la paz en Oriente Medio? Sí, puede, entre otras razones, porque ha intervenido en otras zonas conflictivas siendo garante de la paz como en el conflicto entre Perú-Ecuador; ha tenido una gran participación en distintas misiones de paz de las Naciones Unidas incluida una larga tradición en Oriente Medio y ha tenido un rol destacado en el proceso de pacificación en Centroamérica a través del Grupo de Países Amigos de Contadora (integrado por Argentina, Brasil y Uruguay).
 
A esto hay que sumarle los aportes al desarrollo del derecho internacional a través de las Doctrinas Calvo y Drago, el Premio Nobel de la Paz a Saavedra Lamas por su mediación en la Guerra del Chaco y por nuestra política de neutralidad en las dos confrontaciones mundiales.
 
Pero tal vez nuestro mayor aporte provenga de la experiencia regional. En efecto, nuestra vocación por la paz con nuestros vecinos puede verse reflejada con la conversión de las hipótesis de conflicto con Brasil al trabajo mancomunado del Mercosur; de la cercanía de la guerra con Chile a los acuerdos de cooperación e integración física y económica, al compromiso de que América del Sur sea una zona libre de armas nucleares, los Libros Blancos de la Defensa, los mecanismos de confianza mutua, los ejercicios militares conjuntos y las representaciones diplomáticas conjuntas entre Brasil y Argentina.
 
A nuestros aportes hay que sumarle el rol del Brasil como potencia regional y un actor mundial ascendente y las recientes solicitudes de Abbas y Shimon Peres de que Brasil asuma un rol activo en el escenario de Oriente Medio.
 
Nuestro posible ofrecimiento de participación en el camino de acercamiento entre israelíes y palestinos debe ser discreto porque ante todo la política exterior es sensatez y oportunidad. De concretarse estas acciones deben ser sin sobreactuaciones. Ese fue el éxito del proceso de paz denominado Oslo y que terminó con los acuerdos de Camp David II.
 
Estamos en buen camino. En la última conferencia del líder palestino en Argentina y dando un ejemplo de convivencia y respeto estuvieron dirigentes de las comunidades árabe y judía argentina, el embajador de Israel en nuestro país, referentes del Congreso Judío Mundial y representantes de varios países árabes e islámicos acreditados en Argentina.
 
Agustín M. Romero
Magister en Relaciones Internacionales
 

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